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This Is How We Roll

Perdonen que me ponga escatológica; quizás no es del mejor gusto, pero banco a muerte que hablemos de todos los temas a “calzón quitado”…. Literal. Entonces, en pos de salvar la convivencia de tantas parejas, o para que no acuchilles a tu compañero de laburo cada vez que pela un tupper con brócoli a la hora del almuerzo, les paso este datazo: el Poo-Pourri, que ya desde el nombre nos da una pista de qué va.

“Poo” no alude al tierno osito de tu infancia sino, más bien… al señor mojón. ¿Todavía no la pescaste? Te cuento su función: con sólo dos o tres chufs chufs, la fragancia de este producto bloquea el aroma a rosas que, seguro, deja tu hombre cada vez que “va de cuerpo” (detesssto esa expresión).

¿Por qué hablo de hombres? Porque está claro que las mujeres no vamos al baño... ¿no?

Lamento anunciar que esta poción mágica sólo la encontrás en Estados Unidos (en www.poopourri.com, Amazon o tu Walgreens amigo). PERO, ya que estamos, acá van otros dos tips para que le pidas a tu chico que incorpore... porque, después, de todo, Shit Happens. ¿No?

-decile que trate de “ir” justo antes de darse un baño, para que el vapor conspire a su favor.

-que prenda un fósforo al terminar de “ir”. La mejor forma es agarrar dos y prenderlos y apagarlos entre ellos.

Otra buena idea: para no andar con los Tres Patitos en la cartera, fijate que en muchos restaurantes te regalan cajas de fósforos divinas que, además de quedar regias en tu toilette, tienen el tamaño perfecto para ser acarreadas.


PD Yo sólo probé el Poo-Pourri de limón, pero la marca también tiene otros aromas y productos para otros olores poco felices, como el de los pies.


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